Es sabido que Salamanca, desde hace siglos, es ciudad universitaria. Destino elegido por jóvenes de todo el mundo y condición que acuden para estudiar y vivir una experiencia única. En cada rincón de su casco antiguo y en cada piedra de sus monumentales edificios se respira historia. Pero hoy quiero hablarte de que Salamanca es también… ¡una ciudad para comérsela! Bocado a bocado… o paso a paso.
Aprovechando que Master Chef ha llegado a su bella Plaza Mayor este mes de octubre de 2020 para grabar uno de los episodios de la próxima edición, te voy a proponer una ruta de las muchas que inspira esta ciudad Patrimonio de la Humanidad. ¡Vente conmigo!
A tan sólo dos minutos a pie de la Plaza Mayor, la Vermutería del Lilicook es todo un descubrimiento. La estrella aquí son los vermuts – muy bien preparados y súper originales -, una bebida que nunca pasa de moda y que está recuperando su protagonismo en bares y restaurantes. En el Lilicook encontrarás una amplia selección de vermuts nacionales e italianos maridados con espumas naturales y de sugerentes aromas: desde naranja y clavo, a lima y tomillo, limón y romero o Coca Cola y canela, ¡mi preferida!. Y para redondear la experiencia, no dudes en picar algo antes de comer o a media tarde. ¿Sugerencias? El buñuelo de bacalao (ganador del Pincho de Oro 2020 de la Asociación de Empresarios de Hostelería), las tablas de queso de la Antigua o el foie con pan de brioche, una delicia que te dejará sin palabras por su textura y sabor. Y si se trata de comer, comer, disfruta de sus estupendas carnes, en especial la morucha, raza autóctona, para terminar con un cheesecake, servido en un vaso que te recordará los vermuts del principio.
En La Parra es uno de los restaurantes que suena cada año como posible nueva estrella Michelín … y las apuestas no son infundadas. Sus responsables, están desde hace cinco años al frente de un equipo sorprendente en un restaurante donde el tiempo se detiene. Mensualmente renuevan sus menús de degustación, de 10 o 12 platos, que reflejan las y técnicas de su cocina. Tómate tu tiempo para saborear cada propuesta porque la combinación insólita de sabores no te dejará indiferente. Cada uno de los platos es toda una creación fruto de una cocina atrevida que aúna talento, esfuerzo y mimo a partes iguales. Más que destacarte algún plato en concreto, te dejo las fotos para que veas de lo que son capaces. ¡Toda una fiesta para los sentidos!
Huerto de Calixto y Melibea
Salamanca es un gran libro de piedra, que enseña a quien sabe “leer”. Pues bien, el Huerto de Calixto y Melibea se llama así por ser el escenario que eligió Fernando de Rojas para recrear la historia de ambos amantes que la Celestina convirtió en tragedia. De hecho, una escultura de esta vieja alcahueta, te recibirá a la entrada de este jardín recoleto y romántico ideal para un paseo a media mañana o cuando cae el atardecer. En el pozo, los enamorados cuelgan candados para simbolizar su unión, algo que me hizo pensar inmediatamente en el puente de las artes de París (le Pont des Arts) donde comenzó esta tradición. La visita al jardín también te permite asomarte y pasear por parte de la antigua muralla que protegía a Salamanca y que aún se conserva. ¡No dudes en acercarte y descubrirlo!
En la Plaza Mayor, las tapas de Gonzalo es la mejor terraza, ubicada estratégicamente frente al Ayuntamiento. El interior está cuidado al detalle, tanto la barra, a nivel de Plaza, como el precioso comedor del primer piso, con dos mesas junto a las ventanas desde donde tienes una vista privilegiada. ¿Qué comer? Sus croquetas de jamón llegaron a la final de Madrid Fusión, sus callos también son conocidos y reconocidos, las bravas, las mini hamburguesas, el atún, los calamares y … su torrija quita el sentido (debo reconocerte que es mi debilidad). Te dejo fotos para que compruebes que todo lo que te cuento es cierto. A veinte metros de la Plaza Mayor, el Mesón de Gonzalo https://www.elmesondegonzalo.es/ es una visita obligada. Cocina de mucha calidad, como reconoce la Guía Repsol que le ha concedido, por cuarto año consecutivo, uno de sus prestigiosos soles. Y arriba del Mesón, su nuevo local, otro gastro bar del que no te querrás ir.
¿Sabes dónde comieron Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y los concursantes de Master Chef? Sí, en el Mesón de Gonzalo y todo el equipo del programa desayunaba por turnos y reponía fuerzas en las Tapas, en la Plaza Mayor.
La Casa Lis es un lugar de cuento en pleno casco histórico. Alberga el Museo Art Nouveau y Art Decó con algunas de las mejores colecciones de Europa, pero es tan especial que os surgirá la duda de si os gusta más el continente, un magnífico palacio modernista, o el contenido que se muestra tanto en la exposición permanente como en las temporales que renuevan periódicamente. Y en las noches de verano su terraza conseguirá que te sientas como en casa. Sitio ideal para picotear un buen jamón o un queso castellano. ¿Qué más se puede pedir?
Y estando en Salamanca y siendo ensupunto un club gastronómico es inevitable no hablarte del hornazo, que también te recomiendo que te lleves como “souvenir” y recuerdo de tu visita, aparte de comerte uno allí mismo. Es tan contundente como sabroso. Quien lo califique como “empanada salmantina” se queda corto, porque el hornazo guarda bajo su masa los mejores embutidos de esta tierra: jamón serrano en lonchas, lomo de cerdo fresco adobado, salchichón ibérico y chorizo cular. Está unido a la gastronomía y tradición salmantina desde el siglo XVI.

El hornazo, el “souvenir” que te debes llevar
Confitería Gil | Confitería La Industrial
¿Los mejores lugares para comprarlo? La confitería La Industrial, en Rúa Mayor 8, o en cualquiera de las cinco pastelerías Gil repartidas por toda la ciudad.
No dejes de visitar la calle Van Dyck, una de las zonas de tapas y pinchos por excelencia de la capital charra. Los locales se suceden prácticamente uno detrás de otro y la oferta, en la calle del pintor flamenco, es innumerable. Y mientras te pierdes por sus calles y disfrutas descubriendo la ciudad, comprobarás como te decía al principio, que Salamanca enamora a cada bocado … o a cada paso.
¡Te encantará!