¿Quieres acompañarme por el Madrid más dulce? ¿Te apetece conocer mis pastelerías favoritas de la capital de España? No te arrepentirás porque es la mejor opción para comenzar un día irrepetible. Te aseguro que estas delicias te van a conquistar y cuando veas las fotos no vas a saber por dónde empezar ¡No perdamos tiempo y vamos allá!


Croissant aux amandes
Me formé en Le Cordon Bleu París y siento debilidad por la cocina francesa en general y, como soy una golosa incorregible, por su repostería en particular. Maison Kayser es “un rincón de París en Madrid”, como puede leerse en su página web o en el llamativo luminoso que te recibe al entrar en su local de la calle Velázquez.
¿Su especialidad? El croissant de almendras relleno de mazapán. ¡Su sabor es memorable (digno de permanecer en la memoria)!) Pero a mí me gustan aún más las escargots aux raisins (caracolas con pasas). Tanto en tamaño normal como mini, opción que te ofrecen en casi todas sus creaciones como en sus napolitanas de chocolate.
Abren desde las 8 de la mañana, también los fines de semana, y destaca su bollería fresca, que verás cómo toma forma en su obrador tras los cristales y junto al mostrador. ¡Disfruta todo lo que tienen para ofrecerte en sus dos comedores, ambos muy coquetos y cuidados, o en su terraza si te atreves con las temperaturas más gélidas del invierno!
Frente al parque de El Retiro y muy cerquita de la Puerta de Alcalá te espera Moulin Chocolat. Destacan, a partes iguales, su bollería, pastelería y los productos secos envasados, tanto la sección de chocolate como sus coloristas macarrones o trufas.
En bollería te recomiendo su croissant de chocolate, completamente cubierto de chocolate por fuera y también relleno en su interior, el espectacular y tierno Cinnamon Roll, o el Kouign Amann, muy famoso en la región de Normandía, en el norte de Francia. Tampoco te pierdas su caracola de frambuesas y pistachos.
Todas estas exquisiteces son para llevar… a tu casa o como perfectos “acompañantes” para un precioso paseo por El Retiro.



Surtido de tartas y bollería
En pleno barrio de Salamanca encontrarás la elegante pastelería, con aires de joyería y servicio de catering, de Oriol Balaguer, uno de los pasteleros españoles de reconocimiento mundial.
Tanto la pastelería como la bollería parecen pequeñas joyas, dada su elaboración, la exclusividad y el gusto de las creaciones. En la bollería destaca el croissant de gianduja, una crema de chocolate y avellanas deliciosa. Tampoco te pierdas su croissant de almendras o las palmeras de chocolate blanco y frambuesa liofilizada (seca –deshidratada-).
Las tartas son de dos tamaños, las pequeñas al precio de 28 euros. Para perder el sentido su tarta de queso y, para los más atrevidos, su originalísima tarta de mojito, todo un invento. Los bombones, tanto por su elaboración como presentación, parecen lo que son… joyas. En Navidad tampoco te pierdas sus turrones de chocolate negro y almendras, de chocolate con leche y avellanas o el denominado “músico,” toda una explosión de sabores.
La Duquesita, que lleva desde 1914 en el número 2 de la calle Fernando VI, es un clásico de Madrid. Más de un siglo de tradición diferenciándose por sus postres y dulces artesanos. En 2015, la Duquesita cerró por primera vez desde sus inicios, pero solo fue un cierre temporal; para volver a abrir sus puertas seis meses después de la mano de Oriol Balaguer, quien retoma el proyecto con el objetivo de respetar y mantener la tradición en una pastelería y marca centenaria.
En su histórico y recoleto interior, que no debes perderte, conviven a partes iguales la bollería con la pastelería. Es un lugar tan singular que, en sí mismo, ya es una obra de arte, con su juego de espejos, su suelo ajedrezado o su mostrador centenario. En la Duquesita sentirás el peso de la Historia, con mayúsculas. Te querrás llevar toda su carta a casa. ¿Sugerencias? La tarta Carlota, con fondo de frambuesa, crema montada de vainilla y frutas de temporada, o la de queso, coronada por fresones y con un sutil toque de yogur griego y vainilla sobre una deliciosa mezcla de quesos.


Selección de bollería


Motteau
En el ilustrado barrio de las Letras, Motteau es una pastelería tan singular como la vecindad que la arropa. El protocolo COVID ha limitado su aforo, pero tiene tanta calidad que gran parte de los vecinos y madrileños acuden sin dudarlo para llevar sus exquisiteces a casa.
A pesar de las limitaciones del espacio, consiguen, cada mañana sacar un abanico de pasteles impresionante. Su especialidad es la tartaleta de limón y merengue, una locura maravillosa de elaboración casera y que podrás encontrar declinada en dos versiones (con mayor o menor acidez). También espectacular sus variedades de bizcochos caseros que te acogen desde la barra nada más entrar. Sitio para apuntar… y recomendar.